Una vez, cuando yo era chica, nos
fuimos de vacaciones mi familia y yo a Torremolinos, pero yo no lo sabía.
Como
yo me aburría tanto por el viaje, iba diciendo cada dos por tres “¿cuánto
queda, cuánto queda, cuánto queda?” hasta que me dormí. Entonces me despertaron
cuando llegamos y yo dije:"¿Ya hemos llegado?" Y mi familia me dijo:
"Sí, ¿sabes a dónde hemos ido?” y yo les dije que no y ellos me dijeron
que fuimos a Cuba y, como en esos tiempos yo no tenía idea, pues me lo creí.
Entonces, al llegar todos, mi prima, mi hermana y yo nos fuimos a la playa y yo
iba hablando cubano para que la gente se pensara que yo era de Cuba. Pasaron
las vacaciones y ya nos vinimos para Rus. En el camino de vuelta yo no me
dormí. Cuando llegamos, todos me dijeron que no habíamos ido a Cuba, que
habíamos ido a Torremolinos y me lleve una gran desilusión.